Difíciles

Existe libros difíciles dentro de la literatura infantil. Me dirán ustedes: “obvio”. Si, pero hay distintos tipos de dificultad. Me explico:
Un libro puede ser difícil porque no seamos capaces de entender su contenido, que no sea el lenguaje al que estemos acostumbrados, que no sea el momento de leerlo y nos cueste hasta abandonarlo. Pero que me dicen de su temática. Si, usuario o usuaria, el tema del libro. Cuántas veces han sacado de nuestras estanterías un libro y no se han parado a ver su interior, solo porque les ha parecido bonito el título, les ha llamado la atención la portada, las prisas varias y un sinfín de elementos más.

Cuando llegamos a casa, lo dejamos en el “lugar de los libros de la biblioteca”, o en cualquier parte.

Sí nuestros infantes o infantas, no lo han cogido para leer, bien; sí no puede ocurrir el desastre.

A la hora del cuento, lo abrimos ufanos o ufanas para leérselo y poco a poco se nos pone un nudo en la garganta, o en el estómago, porque si es en los dos estamos apañados; incluso nos puede producir un vahído, desmayo, desvanecimiento, sincope o vaya usted a saber, que paralice su lectura.

Repuestos-as, restablecidos-das del estado anterior y pensamos:

Primer pensamiento: ¿qué he hecho?
Respuesta:” traer un libro que no debía”.

Segundo pensamiento: ¿quién es el/la/los/las culpable-s?
Respuesta: yo, las prisas, la policía municipal, … Y siempre acompañando, como coculpable, como cooperador necesario, como culpable único aparece el/la/los/las bibliotecario-a-os-as.

Pues no señor-a-es-as, el responsable es usted. Yo como bibliotecario-a no soy culpable de sus prisas, de su mal aparcamiento de coches, de su bicicleta o moto sin cadena.

Pero tienes que conocer lo que hay en tu biblioteca, sala infantil, sala de adultos, tu trabajo, …” responden con ironía, con gritos, con tranquilidad, con …

Mire Vd. Yo debo conocer lo que tengo en mis estanterías, menos bichos casuales, hasta la conozco a Vd. de vista, pero comprenda que yo no soy adivino o adivina, no se si se lo lleva porque quiere, porque le gusta el tema, porque quiere tratarlo con su …

En fin. Para evitar esta situación, yo suelo indicar, decir, observar, siempre que conozca la temática del libro, con distintas frases, irónicas o no, permítanmelo, lo siguiente “Ese libro trata de …”, pero si no lo hago o no lo hacemos, nunca seremos culpables de su fallo. Aquí se viene sin prisas, para estar tranquilos y leer en paz. Sus prisas e intranquilidades no son culpa mía.

Una vez aclarada la cuestión, o no, le propongo humildemente una lista, catálogo… de libros, denominemos difíciles por su temática, ilustraciones, texto…Y como siempre digo “que no están todos, que la lista es solo mía, no le eche la culpa a nadie, (en este caso, solo a mí)".

Empezamos:
  • Rosa Caramelo, de Adela Turín con ilustraciones de Nella Bosnia: reivindica la igualdad para niños y niñas.
  • Arturo y Clementina, también de la misma autora e ilustradora: violencia de género, en plan psicológico, ya sabe Vd., maltrato.
  • Rey y rey: Autoría e ilustraciones de Linda de Haan y Stern Nijland, homosexualidad masculina.
  • Los niños no quieren ir a la guerra de Eric Battut. Pacifismo. Su dificultad estriba en la composición y disposición entre mezcladas de las imágenes, todo muy horizontal.
  • El príncipe de los enredos escrito por Roberto Aliaga e ilustrado por Roger Olmos. A ver, este libro es para niños de más de diez años, pero está en infantil, podría estar incluso en adultos, fíjese Vd. Trata de la unidad de los elementos, los seres vivos y la importancia de las funciones de cada uno para sobrevivir. Las ilustraciones son muy bonitas pero el libro es complicado.
  • El tren de Antonio Ventura al texto y Federico Delicado a la ilustración. La muerte, la ausencia, pero muy entrañable.
  • Abuelita te acuerdas de Paul Russel ilustraciones de Nicky Johnston. Alzheimer.
  • Yo siempre te querré, de Hans Wilhelm. Muerte de la mascota
  • Mamá se va a la guerra de Irene Aparici Martín , ilustradora Mónica Carretero. El cáncer.
  • ¿Cuándo se irán estos? de Ute Krause. Nos habla del divorcio con un enfoque divertido.
Y por último dos advertencias:

¡¡¡CUIDADO CON LOS LIBROS ORIGINALES EN INGLÉS!!! 
Las traducciones modifican el texto. Puede ser desagradable encontrarnos cosas como estas: en el libro Zoológico de Anthony Brown (Zoo para los ingleses nos encontramos en el original una imagen como esta:
Ojo (con la bicha)
¡¡¡CUIDADO CON LOS CUENTOS CLÁSICOS!!!
Si con Caperucita roja, Hansel y Gretel, la bella durmiente, entre otros, su final está cambiado, el cuento está cortado, modificado, … pueden llevarse un buen susto si no cogen la edición “adecuada”. 
Aquí os dejo el catálogo para descargar.

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